"Te quiero mucho, de aquí a cien kilómetros... ¡y eso es mucho!"
Esta frase es la ocurrencia más reciente de mi hija Karime Kirey (4 años). Se lo dijo a mi hermana (tía Juli) este domingo cuando nos reunimos para comer. Me puse a pensar cómo, en su inocencia, ella trató de expresarle a su tía la magnitud de su cariño por ella.
Para Karime, cien kilómetros es mucho. Quizá para todos, especialmente si tuviéramos que recorrerlos a pie. El hecho es que Karime sabe que esa distancia es muy grande y que no se puede recorrer fácilmente (mis respetos para los corredores de maratón), quizá sólo en automóvil, y que seguramente a la mitad de ese recorrido ella ya estará dormida, y que esperará a que la despertemos al llegar. Para ella, eso es algo muy grande, y eso mismo quiso decir.
Posiblemente nosotros (hablo de quienes ya no somos niños) estamos ya tan acostumbrados a las cosas que vemos, que olvidamos la sencillez de una demostración de cariño, tal como lo hacen los niños. No es necesario que digamos, tal vez, una distancia muy grande (o inalcanzable) para comparar nuestro amor o cariño por otra persona, pero sí es necesario demostrarlo. Yo no me puedo quejar, mi familia me da muchas demostraciones de su amor y espero estar correspondiéndoles todos los días.
La pregunta es: ¿tomamos el tiempo para decirle a alguien, con sinceridad, cuánto le apreciamos? Yo quiero seguir el ejemplo de mi hija, y demostrarle a la gente que quiero que mis cien kilómetros son reales (y alcanzables) y que pueden estar seguros que los recorreré las veces que sean necesarias, porque son importantes para mi.
Por lo pronto, ya tengo mis cien kilómetros marcados en mi mapa, y los estoy recorriendo.
Hasta luego.
El software libre es para todos (y todas, claro ;))
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Es un hecho: el ambiente universitario es un buen escenario para un
festival como *FLISOL*. Hoy tuvimos la fiesta de instalación de *GNU/Linux*,
además de ...
Hace 14 años.
1 comentario:
Esa niña me deshizo. También estuve pensando en cómo no dijo ‘de aquí a la luna’… esa distancia no es tan ‘medible’, además la luna se ve muy cerca. ‘Cien kilómetros’ es mucho para ella, y con eso me quedo… …Soy una tía afortunada.
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